jueves, 25 de agosto de 2011

¿Gasto o Inversión?

Es la triste realidad y una de las causas de que el sistema económico esté podrido. Dependemos extremadamente de terceros, hemos gastado lo que no tenemos en cosas inútiles y nos hemos endeudado hasta el píloro.

Hace varias décadas no había tantas cosas que comprar en el mundo, gran cantidad de todo aquello que las familias necesitaban para vivir lo producían y disfrutaban ellas mismas. Lo que se llama autoconsumo. Un niño no requería tantos gastos, es más, colaboraba con las tareas familiares del campo con su tiempo y su trabajo, así que tener hijos podía ser bien una inversión. Hoy en día tener un hijo, para una familia, no es más que un gasto muy difícil de recuperar: muchos son ultraconsumistas, no tienen demasiadas ganas de trabajar y es que para los jóvenes tampoco hay trabajo.

El mundo está volviendo a ir hacia un sistema en el que volveremos a espabilarnos para conseguir lo que necesitemos sin pedírselo a terceros egoístas, como grandes empresas, que te venden sus productos a precio de oro y explotan al personal que trabaja en ellas. Si queremos cambiar el sistema tendremos que volver a un sistema micro, en el que con los pocos recursos que tengamos, nosotros mismos seamos los productores y consumidores de lo que necesitemos para vivir. Lo que necesitemos, ni más ni menos.

Muchos economistas están de acuerdo en que esta idea, que a priori parece no estar acorde a nuestros tiempos (“do it yourself”), en el corto plazo agravaría bastante la crisis (menos consumo, menos inversión, menos puestos de trabajo), pero en el largo plazo daría lugar a una economía sostenible en la que es posible vivir con relativo bienestar.

No se trata de que de un día para otro dejemos de comportarnos como lo hacemos, pero sí de que cada uno individualmente vaya apreciando los beneficios de esta mentalidad. Les dejo algunos ejemplos útiles de cómo podemos aplicar esto en el día a día (algunos yo ya los estoy empezando a integrar en mi vida):

  • Si tenés 4 pantalones servibles, no comprés otro. Preguntate seriamente: ¿Para qué lo necesitás?
  • Si hace un año o menos que te compraste un iPad, NO comprés un iPad 2. ¿Soy el único al que le parece una locura?
  • Empezá a utilizar la banca ética y la economía solidaria (en futuros artículos hablaré sobre estos conceptos) y a la banca tradicional mandala por un tubo, que se pudran los banqueros.
  • Ten un pequeño huerto, y tus propias gallinas, no necesitarás comprar tanta comida a terceros.
  • Si podés, hacete vegetariano (yo no pude). O si como yo, eres incapaz(aceptémoslo, el cuerpo humano necesita comer carne jaja), al menos reduce el consumo de carne. De esta forma dejarás de colaborar con la explotación, el sufrimiento y el maltrato animal de las granjas industriales.
  • Lo que ya no utilicés, dónalo, dáselo a gente que sí pueda hacer uso de ello. No tires cosas que se aún se podrían usar.
  • Disminuye tus gastos en cosas que podrías hacerte tú mismo: cortes de pelo (precaución con este jaja), ropa original y creativa, accesorios…
  • Utilizá software libre, que se pudran Microsoft, Oracle, etc...
  • Reduce el consumo de telefonía móvil de pago: usa servicios gratuitos de internet, como Skype (aunque la acaba de comprar Microsoft, veremos cómo evoluciona…)
  • Dejá de usar servicios bancarios: pagá en efectivo, no usés tarjetas de crédito ni productos que te comprometen innecesaria y exageradamente con el banco.
  • Intercambiá objetos, servicios y conocimientos con personas de tu entorno a cambio de otros objetos, servicios o conocimientos, sin mediación de dinero. Por ejemplo: dar clases de matemáticas o informática a cambio de clases de inglés, bookcrossing (esto no se practica en nuestro país pero me parece un concepto interesante, lo trataré en un futuro artículo), etc
  • Dejá de ir en carro, viajá en transporte público, bicicleta o caminando, se que por razones de tiempo y seguridad a veces no podemos dejar el carro, pero no hay que usarlo hasta para ir a la pulpería.
  • Haz el amor y disfrutá de tus seres queridos. Cuando sepás el valor que esto tiene, todo lo demás te parecerá superfluo y no lo necesitarás.
Es obvio que no todos estos hábitos son practicables (no todos pueden dejar de usar el coche, tener un huerto o dejar de comprarse un iPad 2 jajaja) pero espero que se entienda lo que quiero decir. No es que yo lo diga, simplemente es lo que algunas personas están teniendo que hacer ya porque no les queda otro remedio. En el límite, el sistema capitalista debería evolucionar hacia algo así si la humanidad quiere sobrevivir. ¿Será así? ¿Qué opinas? ¿Y qué estás haciendo vos para cambiar las cosas? :)

martes, 23 de agosto de 2011

El nuevo Hombre Araña se llama Miles Morales


Miles Morales, un adolescente mitad latino y mitad afroamericano de Nueva York, es el nuevo Hombre Araña presentado el miércoles por la editorial Marvel Comics, que busca mostrar así la "diversidad" del siglo XXI en Estados Unidos.

"Conoce a Miles Morales, un adolescente aparentemente común de Nueva York que pronto descubrirá que con un gran poder llega una gran responsabilidad y riesgos aún más grandes", anuncia Marvels Comic al presentar a su nuevo Hombre Araña.

La nueva encarnación del superhéroe, uno de los personajes más viejos de las historietas, vive con sus padres en el popular barrio de Brooklyn (sudeste), al menos hasta que se viste con su famoso traje rojo y azul para salir a combatir el mal.

El anterior Hombre Araña, Peter Parker, era un huérfano blanco procedente de Queens (noreste). Parker murió en junio pasado durante una pelea con su archienemigo, el Duende Verde.

"Cuando surgió la oportunidad de crear un nuevo Hombre Araña, sabíamos que tenía que ser un personaje que representara la diversidad, en cuestión de orígenes y experiencia, del siglo XXI", afirmó en un comunicado el redactor en jefe de Marvel Comics, Axel Alonso.
"Miles es un personaje que no sólo continúa con la tradición de los personajes como Peter Parker, sino que también muestra porqué es un nuevo y único tipo de Hombre Araña, y digno de ese nombre", agregó.

El Hombre Araña es uno de los superhéroes de historieta más famoso del mundo. En marzo pasado, una copia de la primera historieta en la que aparece, de 1962, fue subastada en 1,1 millones de dólares. El precio original de la revista era de apenas 12 centavos de dólar.

En declaraciones a la AFP, Alonso recordó que la primera conversación en Marvel Comics acerca de un nuevo Hombre Araña fue antes de la elección del presidente Barack Obama, "cuando existía la posibildiad real de un primer presidente negro o más específicamente un presidente de origen mixto".

"Con Obama, nuestro presidente, el líder del mundo libre es de origen mixto, por lo que estamos haciendo una interpretación del siglo XXI", agregó Alonso, un estaodunidense de padres mexicano y británica.

"Cuando el Hombre Araña se quite la máscara, alcanzaremos a toda una nueva generación de niños de diferentes raíces", continuó.

En su primera aparición en público en la revista, Miles Morales, en su traje de superhéroe, surge de la nada para ayudar al dueño de origen chino de un pequeño restaurante de barbacoa de Nueva York que está siendo atacado por el Canguro, uno de sus clásicos enemigos.

"¿Hombre Araña? Pensaba que estabas muerto", dice el Canguro, al ver al superhéroe en el techo de un auto. Tampoco el dueño del restaurante parece creer lo que ve: "Sí, es de muy mal gusto", afirma en referencia al supuesto "simulador".

Pero muy pronto ambos comprueban que quien tienen enfrente es el verdadero Hombre Araña, que tras una feroz batalla finalmente vence a su enemigo.

Tras escapar por los muros de la multitud que observa asombrada, Miles Morales encuentra refugio en un techo en el que puede quitarse la máscara y descansar, mostrando por primera vez su rostro adolescente transpirado y asustado.

Para Brian Bendis, uno de los autores de la historieta, trabajar en este nuevo personaje "es una de las oportunidades más divertidas y uno de los desafíos más grandes que he tenido como escritor".

"Lo prometo, van a enamorarse de Miles", dijo de su lado la artista italiana Sara Pichelli, coautora de la historieta.